domingo, 22 de enero de 2012

Extranjerismos en español


Los préstamos entre lenguas siempre han existido, es una de las formas más prácticas de satisfacer las necesidades léxicas. Gracias al gran desarrollo de los medios de comunicación, el contacto entre las lenguas hace años que crece, impulsado, además, por la enseñanza de idiomas en las escuelas y el aumento de los establecimientos bilingües.
Estos préstamos extranjeros hoy están presentes en todos los ámbitos: deportivo, musical, mercantil, nuevas tecnologías, etc. Se valen con más frecuencia de ellos quienes tienen menos recursos léxicos para defenderse o quienes los usan para “estar a la moda”.

¿Se deben aceptar o rechazar los extranjerismos?
No hay una sola respuesta, ya que hay que considerar varios matices. Una lengua no posee, hoy, todos los recursos léxicos que necesita, sobre todo, por el rápido avance de la tecnología y las ciencias. Se toman vocablos que constituyen la forma de expresión de algo nuevo: un avance científico, un invento. En estos días es muy frecuente considerar el uso de extranjerismos como sinónimo de modernidad y distinción. Hay personas que se dedican a hacer business, en vez de negocios; pasean en el week-end y no en el fin de semana para volver cargados de souvenirs, en lugar de recuerdos.
Hay que tener en cuenta que usar un extranjerismo no significa una incorrección; en algunos casos sería un uso superfluo cuando no es realmente necesario porque el vocablo existe en la lengua de origen.

Cuando la palabra no existe en la lengua de llegada
Si no existe una palabra adecuada para sustituir el vocablo extranjero, las soluciones pueden ser:
a)      La adaptación fonética y gráfica
b)      El calco (pasar a una lengua un rasgo característico de otra, ya sea fonético, estructural o semántico).

Adaptaciones fonéticas y gráficas más comunes
a)      Transformación de –y en –i: dandi, poni, penalti.
b)      Pérdida de la -t final en palabras comúnmente de origen francés: cabaré, bufé, capó, parqué.
c)      Adición de la –e en palabras que comienzan con s + consonante: esmog, esquí, espaguetis, estéreo.
d)      Los grupos vocálicos se simplifican y adaptan a la pronunciación y grafía española: iglú (igloo), líder (leader), pedigrí (pedigree), rosbif (roast-beef).

Hay palabras que por su facilidad de pronunciación se incorporan sin ningún cambio, como por ejemplo chip, gay, kit, test, web, etc.
Muchos extranjerismos se seguirán usando hasta que no se adapten o se cree el sustituto adecuado: ballet, blog, blash, link, etc.

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